Pensar en hipermedia, allá por los años en que Cortázar escribía “Rayuela” o “Un tal Lucas”, no era más que una buena y alocada idea para concebir un relato fantástico. Sin embargo, me atrevo a afirmar que Cortázar fue un escritor hipermedial, mucho antes de que la sola idea de lo hipermedial existiera.
Basta con internarse en las páginas de “Rayuela” para participar de ese dispositivo que la novela pone en funcionamiento a la hora de encontrarse con los lectores, para entrever esa capacidad que tiene la obra para generar nuevas formas de lectura ya no lineales, para desplegarse en busca de lectores que harán de ella un texto interactivo, donde el papel del lector no sólo es clave, sino fundamental.
A esta altura de los desarrollos teóricos, es sabido que un texto termina de construirse con la participación que produce el encuentro con sus lectores; de modo que la lectura no es una simple aceptación pasiva de los hechos narrados, sino que se convierte en el proceso que completa el significado de la obra.
Esto es por demás afín a la idea cortazariana de un lector activo, que buscaría un diálogo con lo escrito hasta realizarse en una dialéctica literaria e histórica. Siguiendo este razonamiento, podemos afirmar que son los lectores y sus lecturas quienes renuevan la construcción de sentido que se hace en torno a un autor y su obra en diferentes momentos.
En el caso de “Un tal Lucas”, las múltiples lecturas propuestas por los alumnos que participaron en el proyecto Lucas, su hipermedia abren, decididamente, nuevos sentidos frente a esta colección de relatos, y dejan abiertas las posibilidades de más y diferentes interpretaciones, amén de poner de relieve esa cualidad potencial que poseen los textos cortazarianos para ser interpretados y construidos de manera hipermedial.
Lucas, su hipermedia es fruto de un proyecto de la Escuela Nacional Ernesto Sabato, elaborado en conjunto por la profesora de Literatura de 4to año, Dominique Moreno, y el profesor de Informática, también de 4to, César Tynik.
El mismo surge, por un lado, a partir de una propuesta de participación en Universo Cortázar, Programa de la Secretaría de Extensión Cultural de la UNICEN. Por otro, se plantea a partir de la necesidad de poner a los alumnos en contacto con situaciones de aprendizaje que involucren recursos y herramientas que les permitan formarse como ciudadanos críticos, propósito clave del Proyecto Institucional de nuestra escuela.
Patricia Ratto